miércoles, 8 de septiembre de 2010

SUEÑOS DE NIÑA


Sueños de niña

El día se vistió con el arco iris del domingo que cada día esperaba, recostada en su cama de sueños despiertos una niña miraba las enormes paredes y el techo que separaba los sueños de sus manitas lastimadas de buscar la felicidad con sus padres, pensaba en el día que recién llegaba y que ya conocía… la ida al mercado del pueblo vecino y de ahí a casa de los compadres de sus padres que casi siempre terminaba a altas horas de la noche con peleas entre el alcohol y las sombras, el camino solitario era el mismo de sus sueños imaginados, ¿Por qué no podía ser diferente ? aunque fuese este día, ella se preguntaba al vestirse de niña para ser mamá, sus labios se abrían y cerraban probando el aire del silencio presente en sus brazos que bailaban estrujando sus sueños aun despiertos con el olor del adobe que la invitaba a suspirar por la tierra bañada de lagrimas y formando castillos que se desmoronan en las vuelcos de su asustado corazón., fue justo en ese instante donde el cielo se sacudió en sus ojos descubiertos por una mirada desconocida que atravesaba su alma, era un niño que al sorprenderle bailando se avergonzaba mas que ella misma, al verle pasar con un caminar apresurado le sonrió con un ruborizado pensamiento de coqueteo, siguiendo sus pasos lo vio perderse entre el palpitar acelerado de su corazón, la cerca de piedras que separaba el momento del conocer lo que es el amor eran palabras que se acomodaban en su vida descubriendo las flores que nacían de las piedras surcadas por suspiros que llenaban los huecos por donde se colaba el viento indiferente de la soledad. La vida respiraba en sus recuerdos haciéndole encajar sus ojos en un agujero de esperanzas, mirando hacia la verdad… sueños de niña despojados de la inocencia de sentirse en un juego de muñecas, las horas pasaron como cada domingo y la noche era testigo del penoso caminar de unos niños por sendas con aliento del maguey, chepina se cargaba por ratos a sus hermanitos que lloraban asustados por la noche sin luna y diciéndole a sus ojos arrinconados se cerraran para ver a la luna, los niños caían una y otra vez desatando la risa de chepina, -¡ levántate canijo chaparro!- le gritaba soltando la risotada intimidando al miedo de sus hermanitos, a lo lejos su madre trastabillaba embriagando al aire con insultos para su padre que enojado se había adelantado a la casa, la distancia se hacia corta para chepina que coreaba una canción, ¿que había ataviado al rostro de chepina? Al llegar a las puertas de su casa y el tener que esperar a que su padre despertara en su indulgencia y les abriese la puerta, pero chepina ahora se divertía y con la noche hacia un retablo iluminado de sueños de niña.

Fragmento del libro de mi vida

Smycke7

viernes, 3 de septiembre de 2010

JUEGOS DE MI NIÑEZ


Juegos de mi niñez

Delfina era una niña como las hay miles en el mundo, su vestimenta de mujer encajaba en su laboriosa vida, envuelta con las marcas de su ardua obligación sus manos vacías acariciaban deletreando al viento de la felicidad…

La mañana era para sus ojitos el mensaje de su realidad iluminando las sombras abandonadas por sus padres, caminando de la mano de la soledad su futuro se erigía incierto, con el amor del tiempo, sus días se hacían noches en su pensamiento de niña.

El frío de la madrugada le despertó.- ¡delfina levántate!- la voz de su madre sonaba como el llanto que al romperse en pedazos baña a las mejillas tocándolas con amargura, su corazón se pierde en laberintos de sueños que buscan hablar…

Fragmento del libro de mi vida

Smycke7

jueves, 2 de septiembre de 2010

EL CUERVO Y LA LUNA


El cuervo y la luna

Las alas del cuervo parecían el manto de la noche, su vuelo desenredaba a la voz del viento obligándolo a callar, su mirada ansiosa se hundía en el fondo del rió Usumacinta, su pico apuntaba hacia la luna blanca que se bañaba desnudando a la tímida noche, encrespado el cuervo graznaba elevando cada vez mas su vuelo, tratando de herir a la impúdica luna, el viento se arrincono en las copas de los arboles mirando la embestida final, el cuervo decidido venía vertiginosamente sobre la luna y dándole un picotazo emprendió el vuelo de remate, abriendo sus ojos desorbitadamente descubrió a la luna levantada, revoloteando con furia se elevo con decisión hacia la grandeza de la luna y abriendo su pico para tragarla… se desplomó hacia el vació del pensamiento donde comienza la razón…su mirada caía viendo a su enemigo y una vez mas cortando sus últimos chillidos ,abrió el pico para por fin tragarse a la luna de un picotazo.

Smycke7

EL GRILLO Y EL ORGULLO


El grillo y el orgullo

 

En un oscuro rincón el orgullo se esconde, mirando a su alrededor, su soberbio corazón golpea a su pecho henchido de miedo, el ruido desatado salta tocando las antenas de un grillo disgustado por la interrupción.Acercándose al miedo del orgullo este le pregunta ¿Qué haces de quien te escondes?-pregunto sonriente el grillo-de la soledad contesto el miedo del orgullo,-que es la soledad –pregunta cuidadoso el grillo, ¡es el orgullo! –el grillo dando unos pasos para atrás se puso en guardia esperando el ataque de la soledad. ¡Donde esta esa cosa de la cual huyes!,-ahí en el fondo de mi alma, -respondió el miedo del orgullo- trotando animoso va el grillo con su arma desenfundada, impetuoso se dirige hacia la madriguera del orgullo...Los ataques del grillo aciertan lastimando a la oscuridad, jadeante el grillo se alza victorioso. Ha sometido al orgullo, sacándolo en sus brazos lo muestra al miedo desconfiado, ¡mira a mi vasallo! arrojándolo en el suelo, el orgullo se levanta para honrar al grillo dándole de beber...el grillo borracho de poder se duerme, y al despertar siente una inmensa soledad, de una ojeada descubre a la oscuridad abrazada del miedo ¿Qué me pasa por que siento esto? –Es tu sombra,-le contestan al unísono-¡que tiene y que es mi sombra!-es tu alma perdida…el grillo le canta en las noches al miedo del orgullo para espantar las sombras…

 

Smycke7

EL CIEN PIES COJO




El cien pies cojo


La noche espesa del bosque de mis sueños de niño, trae a mi memoria un recuerdo vago de algo irreal que me acontecía en casi todas las noches, al caer la oscuridad en mi adormilado pensamiento mi rostro sonreía al dormir, pero algo pasaba en el transcurso de mi sueño, viéndose este interrumpido en cualquier hora de la noche y con los ojos abiertos buscando mi sueño perdido entre las tinieblas de mis miedos me acurrucaba en la soledad de mi cobija, el miedo a la noche se había vuelto un peligro para mi existencia, mis padres veían con dolor y preocupación el deterioro de mi salud, las ojeras bordaban los desvelos en mis faltas de sueño, los médicos opinaban y me medicaban para que durmiera con medicamentos y plantas medicinales, siendo todo inútil, pues el problema no era que no pudiera dormir inmediatamente al acostarme, el inconveniente era que me despertaba después de haberme dormido plácidamente después de un par de minutos, mi caso me llevo hasta un sinfín de médicos y sicólogos, siendo todo en vano y solo suministrándome alguna droga podía dormir y esto estaba trayéndome algunas consecuencias en mi comportamiento en la escuela y en mi familia, mis padres cansados de probar de todo se empezaban a desesperar llevándome incluso con algunos hechiceros siendo uno de ellos quien al mirar mi aspecto me dijo- ¿hasta que numero cuentas cuando te duermes? Asustado mire a mis padres – contéstale al señor hijo- me dijeron con cariño.- no lo se- el brujo me miro y dijo -hoy cuando duermas acuérdate al despertar hasta que numero cuentas- la noche esperada por mis padres llego y al despertar, me miraron con gran curiosidad esperando mi respuesta, -¡y que numero! – Con el aliento asustado les alcance a contestar -¡99!- 99, replicaron mis padres, el día transcurrió lentamente hasta llegar al lugar del brujo que moviendo su cabeza dijo- ¡tu mente tiene un cien pies cojo!- el silencio invadió al lugar y fue mi padre el que pregunto -¿y que debemos hacer?- -cuando se vaya a dormir tu hijo el cien pies empezara a caminar lentamente y al llegar al numero 99 brincara por que esta cojo y entonces tu hijo despertara espantado y recordando rápidamente gritara ¡zapato! La noche llego esperanzadora del sueño ansiado y en mi pensamiento solo estaba la imagen de un cien pies, mis ojos cansados se cerraron cayendo en un sueño profundo, empezando a soñar me veía vendiendo zapatos y fue ahí en mi sueño donde lo vi , era un cien pies simpático que cojeaba y al cruzar una calle su cuerpo hacia un movimiento brusco ya que tenia un pie mas pequeño que los otros, el me vio a los ojos y siguió su camino, mi pensamiento corrió para alcanzarle y ofrecerle un zapato, espantado desperté y sintiendo que me ahogaba grite ¡zapato! Tome mi almohada y acomodándome a ella me dormí tranquilamente, despertando hasta la tarde siguiente…

Extracto del libro de mi vida

Smycke7

MOLIENDO MIS MANOS


Moliendo mis manos
Su cabello le caía en el rostro cubriendo sus escasos once años, sus manos sostenían un instrumento de piedra para moler el maíz azul en el metate, la ira de la pobreza se estrellaba en el dulce canto de sus labios pintados de inocencia, la masa del maíz al formarse eran la alegría del día que asomaba en sus ilusionados ojos café, el sol abrazaba su tierna espalda que empezaba a refunfuñar cansada de estar en cuclillas, acomodando sus piecitos en la tierra se sacudió el cansancio amasando la masa , miro sus manos llenas de vida y alzando sus brazos al cielo encendió el comal …su pensamiento se rompió con un grito.
-¡chepina, chepina! Tengo hambre, -ya chaparro, ya van a estar listas las tortillas- los ojos del hermanito seguían el movimiento de las manos de chepina que haciendo bolitas de masa como si jugara con sus palmas aplaudiendo cadenciosamente hacía las redondas y gordas tortillas de maíz, mientras el chaparro se acariciaba la panza chepina con gran delicadeza deslizaba la tortilla en el comal que prendía con alegría los leños animando hasta sonrojar la cara del comal, con amor toco la tortilla volteándola para cocerla bien, las manos del chaparro ya esperaban ansiosas apurando con el viento al fuego del comal, por fin estuvo lista la tortilla del chaparro y este saliendo corriendo hurgo con sus pies descalzos la sonrisa de chepina, tal vez era la única tortilla que ella hacia con gusto ya que aun le faltaba 10 kilos de masa para hacer tortillas, el tiempo y el calor del comal pintaban las mejillas de chepina y las gotas de su sudor las secaba el viento indiferente que viajaba de regreso a casa… la puerta se abrió iluminando los rostros de sus hermanitos que aguardaban con su hambre desde la noche anterior, peleas al calor del alcohol los ahuyentaban a la soledad del hambre que muerde los intestinos, sus ojos bajaban una sombra en los pies de sus hijos pequeños. El día llegaba a la mitad y todos sonreían al comer, solo chepina esperaba a la noche ingrata que llegaba con ínfulas del aguardiente que bañaba sus recuerdos de niña, con sus manos cruzadas al destino esperaba en un rincón jugaba con las palabras escuchadas de sus padres, ella pensaba si era pequeña o grande, esperando escucho al viento castigar a sus oídos, corriendo miro a la noche que llegaba con aliento de esa borrachera que es la vida en labios necios…apresando en sus brazos al llanto del chaparro que espantado llora lo abraza como a la muñeca de sus sueños de niña consolándolo le canta a la esperanza del día que nunca mas llegara.
Fragmento del libro de mi vida
Smycke7