jueves, 2 de septiembre de 2010

EL CIEN PIES COJO




El cien pies cojo


La noche espesa del bosque de mis sueños de niño, trae a mi memoria un recuerdo vago de algo irreal que me acontecía en casi todas las noches, al caer la oscuridad en mi adormilado pensamiento mi rostro sonreía al dormir, pero algo pasaba en el transcurso de mi sueño, viéndose este interrumpido en cualquier hora de la noche y con los ojos abiertos buscando mi sueño perdido entre las tinieblas de mis miedos me acurrucaba en la soledad de mi cobija, el miedo a la noche se había vuelto un peligro para mi existencia, mis padres veían con dolor y preocupación el deterioro de mi salud, las ojeras bordaban los desvelos en mis faltas de sueño, los médicos opinaban y me medicaban para que durmiera con medicamentos y plantas medicinales, siendo todo inútil, pues el problema no era que no pudiera dormir inmediatamente al acostarme, el inconveniente era que me despertaba después de haberme dormido plácidamente después de un par de minutos, mi caso me llevo hasta un sinfín de médicos y sicólogos, siendo todo en vano y solo suministrándome alguna droga podía dormir y esto estaba trayéndome algunas consecuencias en mi comportamiento en la escuela y en mi familia, mis padres cansados de probar de todo se empezaban a desesperar llevándome incluso con algunos hechiceros siendo uno de ellos quien al mirar mi aspecto me dijo- ¿hasta que numero cuentas cuando te duermes? Asustado mire a mis padres – contéstale al señor hijo- me dijeron con cariño.- no lo se- el brujo me miro y dijo -hoy cuando duermas acuérdate al despertar hasta que numero cuentas- la noche esperada por mis padres llego y al despertar, me miraron con gran curiosidad esperando mi respuesta, -¡y que numero! – Con el aliento asustado les alcance a contestar -¡99!- 99, replicaron mis padres, el día transcurrió lentamente hasta llegar al lugar del brujo que moviendo su cabeza dijo- ¡tu mente tiene un cien pies cojo!- el silencio invadió al lugar y fue mi padre el que pregunto -¿y que debemos hacer?- -cuando se vaya a dormir tu hijo el cien pies empezara a caminar lentamente y al llegar al numero 99 brincara por que esta cojo y entonces tu hijo despertara espantado y recordando rápidamente gritara ¡zapato! La noche llego esperanzadora del sueño ansiado y en mi pensamiento solo estaba la imagen de un cien pies, mis ojos cansados se cerraron cayendo en un sueño profundo, empezando a soñar me veía vendiendo zapatos y fue ahí en mi sueño donde lo vi , era un cien pies simpático que cojeaba y al cruzar una calle su cuerpo hacia un movimiento brusco ya que tenia un pie mas pequeño que los otros, el me vio a los ojos y siguió su camino, mi pensamiento corrió para alcanzarle y ofrecerle un zapato, espantado desperté y sintiendo que me ahogaba grite ¡zapato! Tome mi almohada y acomodándome a ella me dormí tranquilamente, despertando hasta la tarde siguiente…

Extracto del libro de mi vida

Smycke7

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