martes, 19 de abril de 2011

Buscando a la vida


 Buscando a la vida
El olor a petróleo era para mí en un principio un aroma que cautivaba mis sentidos, la vida en el pueblo donde vivía desde hacia algunos años era muy diferente al lugar donde nací, las mañanas y tardes las pasaba atendiendo el negocio familiar, era un pequeño establecimiento en donde vendíamos el preciado combustible, la mayoría de la gente lo ocupaba para su hogar y eran pocos los que lo ocupaban para algo distinto y uno de ellos en particular, un señor muy amable que venia cada semana con un camión al pasar de regreso de su viaje me dejaba sus recipientes y casi siempre me traía algún regalo del sitio de donde había ido, tenia cerca de dos años de conocerlo y me emocionaba enormemente al escucharle relatar con detalles todos los lugares que visitaba, sus viajes le habían hecho una persona culta, cada viaje al menos duraba una semana y al regresar me regalaba el libro que para ese entonces había terminado de leer, yo no leía tan resuelto como el y se me juntaban los libros, era un buen tipo que vivía cerca de mi casa, algunas veces me había invitado a comer a la suya y su esposa no era muy amable conmigo, sus hijos le querían mucho pero sobretodo lo extrañaban. Sus platicas se prolongaban muchas veces y provocaba que cerrara tarde el negocio, el me daba un aventón en su camión a mi casa, al subirme a su camión pensaba que viajaría junto con el y sus aventuras… un día mi amigo ya no regreso., pensé que se había mudado a otra ciudad sin despedirse, pasaron los meses y una mañana escuche la bocina inconfundible de su camión. ¡Hey chámaco! Que haces ponte a trabajar- que paso don Felipe donde se había metido usted- por ahí ja ja ja, que tal como estas, - bien señor- ¡que! ¿Regreso por ti al rato?, te invito a comer,- ese día fue uno de los primeros en mi vida que probé el alcohol, don Felipe me contó que ya no regresaría a su casa pues se había separado de su esposa al descubrir que ella lo engañaba con otro. – ¡que paso angelito! te invito a mi próximo viaje voy a Tijuana- - pero no se, tengo que trabajar en el expendio de petróleo…cuantos minutos habrían pasado al recordar estos momentos de mi vida, yo tenia en ese entonces 18 años y don Felipe como 40. Ahora yo tenía 40 y estaba en la misma situación que mi viejo amigo. No se si será lo mismo pensar que recordar y yo pensaba en ese momento de mi existencia, don Felipe y yo viajamos por casi toda la república mexicana el fue el testigo de mi boda y siempre me decía que había cometido un error al casarme precipitadamente, mas de veinte largos años lo deje de ver y sólo en una ocasión al preguntarle a su esposa por el, me dijo ¡que no sabes, ya se murió! Nunca le creí pero mi vida ya era otra y me olvide de mi amigo. El tiempo que duro mi matrimonio yo recibía en ocasiones alguna postal de el, contándome donde andaba e invitándome a viajar, sólo una vez estando yo casado lo acompañe a Guatemala y fue la ultima vez que lo vi, ese viaje fue extraordinario conocimos todo el sur de México y parte de Centroamérica, las noches eran interminables en compañía de sus historias. Después el silencio me hizo pensar que era cierto lo de su muerte, no supe nada de el hasta hace pocos días en que una carta llego con el remitente de la república del Salvador, me decía que se había casado hacia algunos años y que vivía en el estado de Chiapas  México y que tenia que viajar dentro de poco al saber que su primera esposa había muerto…

 fragmento del libro de mi vida
smycke7

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